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sábado, 7 de agosto de 2010

10 minuts d'insomni


Dimecres 30 de juny, tres i vint de la matinada. De nou la meva tinta comença a relliscar pels fulls del meu bloc.

Tu no saps que ha passat aquesta nit. Es possible que no siguis conscient. Però la realitat és que he marxat amb la sensació de la pèrdua d'una amiga, d'una companya, d'un pilar.

Sempre ho veies tot negatiu i la veritat és que jo no sempre ho veig tot positiu. M'encata veure les coses negatives i intentar posar-les en positiu. Aquest és el Secret. El meu secret.

No saps quant et trobaré a faltar.

Ets l'única persona que podia saber que em passava alguna cosa només amb la mirada. Ets la que sempre em tornava el somriure que jo sempre envio.

Espero que tot et vagi molt bé, que et vagi fantàstic i que siguis molt feliç. Perquè sé que jo no hi seré al teu costat per viure-lo.

Són dos quarts de quatre i em sento buit per dins. No puc dormir i continuo escrivint.

Et faig una perduda i sé que no trobaré resposta.

viernes, 6 de agosto de 2010

Lo veo y subo


La partida estaba ganada. Tenía un full (dos reinas y tres jotas). Lancé mis cartas y solo faltabas Tú. Cuando vi tu poker sobre la mesa no me lo podía creer. Había perdido la mitad de mis fichas, pero había ganado una compañera y contrincante.

Día a día, noche a noche, nos juntábamos en la mesa 203 para disfrutar del vaivén de las fichas e intentar en una unión malévola desbancar a nuestros oponentes.

Apenas había visto una foto tuya, un nick y tu ciudad. Lo siguiente fue cotillear tu facebook. Ya sabía algo más de ti. Me decías que trabajabas en un restaurante, que tus horarios eran raros y que estabas cansada.

Así fue lo nuestro. Sólo letras, sólo cartas. Y cuando se acabo el Poker, se acabo la relación.

Meses más tarde y después de un control exhaustivo de la guardia civil en el aeropuerto para acceder al embarque del avión que me llevaría a Tenerife, mi madre dice de comprar agua antes de subir al avión. Mientras ella se dirige a pagar, veo como tú estás en la caja cobrando. Me hago el despistado y miro en otra dirección. Es mi primera y mas primitiva reacción. Pero por el rabillo del ojo veo como me reconoces. Cuando mi madre se decide a acercarse a ti y pagar te vas. Pones la excusa que tienes que entrar dentro y tu compañera te substituye para cobrarnos.

Después de pagar casi 6 euros por dos botellas de agua de medio litro nos sentamos en una mesa cercana a la caja. Tú vuelves justo un cliente después que nosotros. Mi madre no se percata de lo que pasa, mientras yo sonrío sin poder evitar pensar en aquellas partidas de Poker que jugabamos en Internet.

Ahora ya se más de ti. Trabajas en el aeropuerto y no me quieres conocer. Porque en la red no existe el físico. Son sólo palabras. Es algo así a como cuando lees un libro y te imaginas e idealizas al personaje principal de la historia. Y así tiene que ser.

Vacaciones

Hace días que no escribo, porque en estas vacaciones se me ha ido la inspiración. Puede que sea un poco el aburrimiento de no saber muy bien qué hacer, o simplemente no tener ganas.

Por eso, hoy he cogido mi libreta de historias y dejaré escritas dos que llevaba tiempo en cola y que aún no había publicado...